Iván Fandiño, el último héroe romántico, nacido en Orduña en 29 de septiembre de 1980
Matador de toros dotado de un código de valores único, que integra el dominio del instinto, la pasión, la perseverancia, la humildad, el compromiso, el respeto, la superación de la adversidad, la estética, la concentración, la visualización del resultado, la libertad y la asunción del riesgo máximo.
Su odisea es de una enorme exigencia, pues desafía a todas las fuerzas del sistema y logra un triunfo épico. Sus valores han hecho posible superar todos los retos, afrontar todas las adversidades y alcanzar el olimpo, luchando ejemplarmente hasta el último aliento.

Fundido en bronce por Jesús Lizaso e inaugurado el 19 de agosto de 2018 por el alcalde de Bilbao en la explanada de Vista Alegre.
Representa a tamaño más que natural al torero en el momento previo al paseíllo, en gesto de profunda concentración que le caracteriza. Está encuadrado dentro de un frontón de acero de más de tres metros de alto y cinco de largo, componiendo un conjunto de profunda expresividad.

El monumento surge por iniciativa de la Junta Administrativa de la plaza, liderada por Andoni Rekagorri, y es sufragado con las aportaciones de los aficionados, así como por los ingresos obtenidos por la publicación de los ensayos: «Miura en Bilbao», de Antonio Fernández Casado, e «Iván Fandiño, valor y valores» de Javier Bustamante.

Desde la inauguración del monumento son dos los toreros que han salido a hombros de Vista Alegre y ambos han tenido un momento de recogimiento ante la escultura tras atravesar en triunfo el umbral de la plaza. Andrés Roca Rey y Diego Urdiales han dedicado su éxito a la memoria de este torero legendario, instaurando una bella tradición.
Desde la temporada de 2019 cada matador debutante en Bilbao hará una ofrenda floral al monumento antes de hollar el albero ceniciento de Vista Alegre.
En Bilbao las tradiciones se establecen y se respetan, y forman parte de la cultura de este pueblo con memoria.