Pilar Prado: «Llegan los mejores años para la Fiesta»

Pilar Prado encarna la tercera generación de una estirpe de ganaderos que puede convertirse en referente, puesto que opta por un concepto muy claro, en busca de un toro que, bajo su punto de vista, es el toro del futuro.

Es, sin duda, una ganadera singular, ya que a su juventud une su condición de mujer, y a ésta una formación técnica poco habitual en el campo bravo.

Estudiante de gestión empresarial en ICADE, una de las escuelas de negocios más prestigiosas de España, apuesta sin ambages por la innovación, concepto que, en otros ámbitos taurinos, genera aversión, posiblemente por el desconocimiento que existe del mismo y de las consecuencias que podría tener para las empresas de un sector tan tradicional.

Nos recibe en El Toñanejo, un oasis de frescura en medio de la llanura de Medina Sidonia, finca en la que pastan los toros de Torrealta, y lugar de encuentro de la saga familiar en los momentos en los que sus quehaceres se lo permiten. Es agosto, y el cálido viento de levante se filtra por todos los rincones, golpea muros, agita ramas y aturde a los toros que están llamados a protagonizar grandes triunfos en los años venideros

Nos acompaña además Juan Muñoz, mayoral de la ganadería, hombre de plena confianza y conocedor de este hierro hasta el más nimio de los detalles.

 

Buenas tardes Pilar. Son tres ya las generaciones que se han implicado en la crianza de los toros de Torrealta, y parece que con acierto, pues el hierro tiene cada día más vigor.

Buenas tardes. Realmente mi abuela era la ganadera. Se ha ocupado de ésto durante muchos años, venía a los tentaderos, si bien lo gestionaba mi padre desde que empezó Torrealta. Él ha sido siempre muy emprendedor y empezó muy joven aquí. Hasta hace tres años era una empresa familiar de mi abuela y sus hijos. Entonces mi padre la compró y hoy en día nos dedicamos a ésto que tanto nos llena.

 

¿Podéis consideraros profesionales de la ganadería?

Es un hobby. Ésto es lo que más nos gusta y es donde compartimos nuestra afición mis hermanos y mi madre, junto con mi abuela.

Cada uno tenemos una tarea y a mi me toca ésta.

Torrealta

Torrealta es una marca reconocida, ¿es fácil equilibrar la cuenta de resultados?

No es rentable. No es una empresa, sino una afición, no buscamos beneficio, lo hacemos por hobby, intentamos que sea lo menos costoso posible, pero es difícil mantener una ganadería. Cuesta mucho criar al toro y ha habido años muy malos. Nosotros no lo hemos pasado mal porque mi padre, que es un poco visionario, previó que venía una crisis, y en 2008 vendió la mitad de la ganadería. Redujimos de 300 vacas a 150; en ese momento la vendimos bien. Posiblemente con 300 vacas no habríamos podido sobrevivir, porque en ese momento había mucho toro y costaba la vida venderlos. Este año hemos tenido una temporada preciosa y ahora estamos en fase de crecimiento, parece que vienen tiempos mejores, pero ahora mismo no es rentable. Al final es necesaria mucha gente, pero sólo con la satisfacción de devolverle al toro lo que nos ha dado, y sentir la emoción de las tardes buenas, a mi padre le compensa seguir.

 

¿Vendisteis las vacas y parte del hierro?

Teníamos dos hierros: El Toñanejo y Torrealta. Eran lo mismo, pero a mi padre le encantan los pelos distintos y herraba los raros con El Toñanejo, y los castaños, negros y colorados con el de Torrealta. Nos quedamos con el segundo. Se vendió la mitad de las vacas de vientre y nos quedamos con tres corridas, así que no pudimos ir a muchas ferias donde pedían toros muy grandes y al tener una camada corta era mas complicado. Nosotros siempre hemos estado en las ferias importantes como Bilbao, y 25 años seguidos en Sevilla en Domingo de Resurreción, con Curro Romero, como recordarás. Pero tuvimos que adaptarnos a los tiempos y esa decisión nos ha permitido sobrevivir. Ahora mismo nos va bien, estamos intentando crecer y buscar el toro que soñamos. Eso es lo más difícil. Yo participo más en la búsqueda del toro y en su alimentación. Tenemos un equipo buenísimo, que lleva muchos años con nosotros, y mi padre es quien toma las decisiones en las negociaciones.

 

Esta ganadería tiene su origen con vacas de Villamarta y sementales de Saltillo, pero cuando la compráis la encastáis con Ybarra, Torrestrella y Marqués de Domecq.

Eso es. Después se echan toros de Juan Pedro y recientemente hemos contado con sementales de Garcigrande, Victoriano del Río y Santiago Domecq.

 

¿Cómo es el toro con el que sueñas?

Creo que el toreo ha evolucionado muchísimo y el toro de antes no es el actual. Hay que evolucionar con los tiempos y hoy es cuando mejor se torea de la historia. Ahora ves vídeos antiguos y son toros que no pueden embestir, no humillan, y en ese momento era lo que la gente quería porque el toreo era así. Hoy, coincido en esto con mi padre aunque discutamos mucho, el toro es como una piedra y el torero tiene que esculpirla para hacer una obra de arte. El torero es quien tiene que entender al toro. Nos gusta que tenga mucha clase; que embista despacio y que se duerma en la muleta. Que embista con bravura pero despacio, y que repita mucho, porque hoy la faena de muleta es larguísima y necesitas un toro especial. Más que un toro debe ser un deportista de élite. Criamos un animal cuya alimentación vigilamos, sabemos lo que come todos los días, cuidamos que no haya cambios, y que haga ejercicio físico. La evolución no se limita a la selección.

Para mi las claves están en la selección, el ejercicio físico y la alimentación. Son los tres pilares. Que vaya entregado y le permita al torero disfrutar y mostrárselo al público. Creo que si el torero disfruta el público disfruta.

 

Pilar Prado - Torrealta

 

Un toro con un perfil muy definido.

Yo no soy torista ni torerista, lo que quiero es que la gente salga toreando por las calles. Buscamos un toro con el que el torero triunfe y de verdad disfrute. Nos gusta lidiar en las plazas buenas, con toreros buenos, en los carteles estrella. Es donde la gente disfruta y sale feliz. Esta temporada estamos teniendo suerte y vamos poco a poco viendo resultados. Gracias a nuestro trabajo.

 

Es paradigmático que hayáis refrescado con Garcigrande, Victoriano del Río, Santiago Domecq ¿A qué ganadería te gustaría que se pareciera Torrealta?

Justo Hernández a creado un toro que, por estadísticas, facilita el triunfo de casi todos los toreros, pero además, contra lo que la gente suele creer, no es un toro fácil. Te entra y de repente te descoloca. Te entra algunas veces al revés, pero el torero que lo entiende hace disfrutar, porque humilla y se entrega como un deportista. Me encanta que embista por abajo. El superclase que embiste despacio, entregado y le permite al torero templarlo, relajarse con él. Eso es para mi lo máximo.

 

Este año ha habido varios con ese comportamiento.

Echamos un toro en Málaga al que le han dado el premio. Hubo cuatro toros que no fueron nada buenos y lo pasamos muy mal. Venían de un semental que ya hemos quitado. Los tuvimos que lidiar porque los corrales de Málaga no son fáciles y nos quitaron tres que nos gustaban más. En un momento sale ese toro que embiste entregado y despacio. Fortes estuvo increíble. En ese momento te das cuenta de que el trabajo da fruto y que el equipo que tenemos es magnífico.

 

Qué se siente en ese momento en el que dices “Este toro que estoy lidiando es exactamente lo que yo he soñado”

Igual que cuando no embisten es horrible, cuando me sale un toro así no me cambio por nadie. Es la mayor sensación de satisfacción, que ya no sólo es tuya, sino que es de todo el equipo.

Pilar Prado - Torrealta

 

¿Qué es lo mejor de esa experiencia?

Ver al público. Ver al público gritando ole. Se te pone la carne de gallina.

 

Es que el toreo es emoción.

Si hay emoción en los tendidos todos los que formamos parte del toreo nos sentimos partícipes de ese momento.

 

Son pocas las mujeres que asumen la máxima responsabilidad en una ganadería, ¿crees que tenéis una sensibilidad especial para la crianza de toros de lidia?

Los hombres tienen sus cosas buenas y las mujeres también. Nosotras quizá somos más sensibles para buscar un toro con más clase y algo más dulzón. Pero no depende tanto del género como de la sensibilidad de cada persona. Hay personas a las que les gusta más un tipo de toro y a otras otro.

 

¿Te trata el mundo del toro de forma diferente por ser mujer?

Lo he vivido poco porque tengo 19 años, pero he tenido suerte, porque algunos toreros me han ayudado mucho y me han enseñado mucho. Lo mismo con ganaderos, que por ser joven y mujer les crea ilusión y me han intentado enseñar. Pero mi gran profesor ha sido mi padre, que es la persona a la que más admiro, sin duda, y la que más me ha enseñado. También he aprendido mucho del equipo. Tanto Juan como Agustín me han aportado mucho, llevo con ellos desde que soy muy pequeña, e igual que discuto muchísimo, son los que más experiencia tienen. También he compartido mi afición con mi madre a la que le encantan los toros, y debo de decir que me ha enseñado muchísimo.

 

¿Vas a la plaza con ella?

Sí, voy a todas las corridas con ella y es superaficionada; también sabe mucho.

 

¿Qué torero te gusta más para lidiar vuestras reses?

Pregunta muy difícil. Me gustan muchos toreros; José Tomás, quedará para la historia; Morante, quedará para la historia; Manzanares, Castella, Talavante, Perera. Pero a mi me encanta El Juli. Tiene una gran relación con mi familia y he aprendido mucho de él. Soy muy julista. Él entiende algunos toros que nadie más entendería. Me encanta su toreo desde muy pequeña. Ha tenido mucha suerte con nuestros toros durante muchos años. Aunque soy julista no soy de un solo torero; me encanta ir a ver a José Tomás, a Morante, a Manzanares, a Perera, a Talavante; Roca Rey me ilusiona, y López Simón.

 

Torrealta

 

Son muchos entonces.

Me encanta ver a diversos toreros. A quien sólo le gusta un matador no es buen aficionado. Puedes tener un favorito, pero hay muchos grandes toreros.

 

¿Cómo se ve la fiesta con 19 años?

Yo soy muy positiva. Cada vez que me invitan a un coloquio me encuentro con gente negativa. La gente mayor que ha visto más toros que yo es, en general, pesimista, y eso no creo que es bueno. Creo que nosotros tenemos que tirar del toreo y unirnos. He leído mucho de toros y en “O llevarás luto por mi”, el libro sobre El Cordobés, que creo que es un libro buenísimo, ya en las primeras páginas dice que el toro de hoy en día no es el toro de antes, y la Fiesta se ha acabado.

 

Ese es un mensaje recurrente tan antiguo como la Tauromaquia.

Efectivamente, eso es lo que me dice a mi todo el mundo, el toro ya no es el toro y la fiesta se acaba. Estamos en una época de transición, se torea mejor que nunca, y hay que ser optimistas.

 

Ante las amenazas evidentes que sufre la Fiesta, ¿crees que es necesaria mayor unión de la gente del toro?

Creo que tenemos que hacer un esfuerzo todos, porque como no lo hagamos esto se va a acabar. Debemos ser positivos y trabajar por mantener la unidad. Con la Fundación creo que vamos a ir mejorando un poco. Es difícil, porque cada uno va a lo suyo, pero manifestaciones como la de Valencia, que fue increíble, demuestran que la gente está unida. Si tiramos todos en el mismo sentido, somos mucho más fuertes que los de fuera.

 

Pilar Prado - Torrealta

 

Sin embargo los prohibicionistas están mejor organizados.

Hay que evitar politizar el toreo, entrar en el cálculo de cuantos votos da o quita. Hay que ver lo que aporta a la economía, que es muchísimo. Hay que ver la cantidad de familias que comen de ello, que casi no se pueden contar.

 

Algunas veces también los de dentro ayudan poco.

Así es. Algunas veces, después de tantos años trabajando, llevas los toros a una plaza y la autoridad los rechaza por falta de trapío, cuando tú eres quien mejor los conoce y apuestas por ellos. Después hay quien te pide toros de 600 kilos; es como si le pides a Usain Bolt que corra con sobrepeso; imposible que gane la prueba. Creo que eso hace daño a la Fiesta, lo mismo que presidentes que niegan orejas sin razón alguna. Eso te desmotiva.

 

En la Fiesta del toro al protagonista se le reconoce más bien poco.

Nadie se acuerda del toro, y una vuelta al ruedo, lo digo como ganadera, te da la vida. Pero pocos se acuerdan de nosotros, no se fijan en esas cosas. Nuestro reto es buscar un toro que se mueva, que embista entregado y que la gente disfrute, sin reparar en si le falta algo de peso. Un toro serio pero con medida.

 

¿Qué tal te llevas con los veedores?

Tenemos buena relación con ellos. Eso depende también de cada torero, pero nosotros no tenemos problemas.

Nos gusta lidiar las corridas completas; para lidiar tres toros preferimos no lidiar. Cuando llegas y te quitan tres toros, se te descuadra todo. Hay que presentar corridas serias, que superen sin problemas el reconocimiento, pero que el presidente sepa que cada plaza tiene su categoría y por tanto su toro.

 

Conoces a cada toro a fondo desde que nace, su reata, su alimentación, su vida en el campo ¿puedes prever su comportamiento en la plaza?

Cuando me piden pronósticos sobre mis toros prefiero ser muy discreta, pero a veces sí que acierto. Yo sé cuáles son mis sementales estrella y sé que hay toros que dan mejor que otros. Hay un tipo de toro que sirve más al estilo de un torero que a otro. Hay probabilidades de acertar, aunque nunca al cien por cien.

 

¿En que te fijas para el pronóstico?

Además de lo que has dicho, hablo con mi mayoral sobre su comportamiento en el campo, sobre cómo toma las puertas, sobre si se arranca al caballo y cómo. No es fácil.

 

¿Algún acierto memorable?

Golfo, indultado por El Juli en Ciudad Real en 2014. Yo sabía que iba a ser muy bueno. Hablé con mi mayoral esa mañana y le dije “este toro es de lío”, y a mi padre también se lo dije. Ahora esta padreando y es un semental importante.

 

Sin embargo el comportamiento de un toro depende también de factores externos, incontrolables por el ganadero.

Desde luego. Para empezar en el tentadero es difícil acertar porque se hace en un momento concreto de un día concreto y puede que la vaca o el toro estén flojos. Con el transporte ocurre algo parecido, con el reconocimiento veterinario, etcétera. Nosotros intentamos que el proceso sea lo más corto posible, es más, creo que los reconocimientos veterinarios deberían hacerse en el campo para no molestar al toro, y si no aprueba no se embarca.

 

El Toñanejo

 

Desde tu juventud y conocimiento de la realidad de la Fiesta ¿Cómo crees que será la Tauromaquia dentro de veinte años, en 2036?

Creo que llegan los mejores años para la Fiesta. Hemos pasado los peores y ésto progresa, también gracias a la recuperación económica. En 2036 sueño con un toro que embista despacio y entregado, espero que Torrealta esté arriba del todo, y creo que la gente joven empezará a ir a las plazas.

Los empresarios tendrán que bajar un poco los precios, especialmente para la gente joven, hacer descuentos. Esto ya se hace en algunas plazas como el Málaga. Los jóvenes, cuando van a los toros disfrutan, pero el esfuerzo económico que hay que hacer en muchas plazas es excesivo.

 

Las amenazas de los animalistas están provocando en el mundo del toro reflexiones de todo tipo. Una línea aboga por evolucionar el espectáculo hacia un modelo incruento, sin sangre en el ruedo.

No es ese el sentido en el que hay que evolucionar. La Fiesta es una lucha entre toro y torero, y el toro acaba muriendo con sus máximos honores, o no, pero es más digno morir en la plaza que en los corrales. Esto es una tradición y hay que mantenerla. Mi padre es siempre partidario de conservarlas. Hay que evolucionar en el sentido de mostrar a la gente lo qué es el toreo, explicárselo a los antitaurinos. Mostrar la calidad de vida del toro, el valor de su carne. No hay ningún animal que viva como el toro, y eso hay que difundirlo.

 

Es gratificante escuchar un discurso optimista de una persona joven y formada, que conoce a fondo los entresijos de la Fiesta.

Soy optimista y creo en el futuro del toreo.

 

Gracias, Pilar, por tus testimonios y enhorabuena por el trabajo que realizas en Torrealta.

Gracias a vosotros y recalcar que el mérito no es sólo mío, sino de mi padre y de nuestro equipo.

 

Pilar Prado - Torrealta

Javier Bustamante

para Toro Cultura.

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