Joao Folque de Mendoza: “Busco un toro fiero, emocionante y combativo”

Es el quinto día de primavera en “Herdade de Adema”, los pastos lucen firmes entre flores de amplia gama cromática y la naturaleza despierta, una vez más, con toda su grandeza. La luz suave del atardecer, el aire en calma, y el aroma húmedo de la marisma cercana enmarcan el encuentro que Joao Folque de Mendoza ha programado con Toro Cultura para mostrar su camada y hablar de su forma de concebir el toro, el toreo y la situación actual de la Fiesta.

 

Señor Folque de Mendoza ¿qué tipo de toro quiere criar?

Un toro fiero, que genera emoción, que vende cara la vida, y que salta a la arena a combatir.

 

Palha, la indómita casta portuguesa

 

Lejos del toro dócil que abunda en las ferias. Parece un espacio difícil el que usted quiere ocupar en las actuales circunstancias.

Como aficionado que soy no quiero ocupar ningún espacio específico, quiero lidiar lo que a mi me gusta criar y lo que pienso que es el horizonte del aficionado. Es un toro que emociona, hace ir a la plaza para disfrutarlo, no como complemento sino como eje de la propia fiesta. Un toro en plano de igualdad con sus lidiadores.

 

¿Cuántos toros tiene para 2016?

Cuarenta, lo que alcanza para tres corridas y otros tantos toros para la calle, que es una actividad en auge. Vamos a Madrid y a otras dos plazas también serias, pero de menor categoría.

 

Para completar el circuito de las grandes plazas toristas deberíamos ver su hierro también en Pamplona y Bilbao.

Lo de Bilbao me duele especialmente. Una feria señera, que valoró mucho el toro, pero ha pasado a lidiar una corrida dura y seis o siete comerciales. Creo que ese no es el camino y, desde luego, mi vuelta depende de que la Junta Administrativa me llame.

 

Sus toros tienen un trapío especial y lucen además limpios y sin fundas.

Aquí no se utilizan las fundas. Queremos la menor manipulación posible porque eso resta fiereza al toro.

 

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¿Cómo selecciona usted las vacas?

Buscamos la fuerza por encima de todo. Si no tiene fuerza no tiene capacidad para aguantar el combate. Luego debe ser probada en el caballo, que es un estímulo fijo, e importa más que su forma de ir al caballo su manera de comportarse ante el peto. Es una vaca que tiene que empujar con todo, con el cuello, con los riñones, con las patas, con las manos. Las vacas en los primeros dos o tres puyazos no se enteran de lo que va. La vaca se empieza a ver a partir del cuarto puyazo, si bien algunas las descartamos al primero porque vemos que no tienen bravura, valentía suficiente y no aceptan el combate. Con estas no hace falta seguir. A partir de ahí cinco o seis puyazos más es lo que tiene que tener. El tentadero es una prueba a vida o muerte y hay que llevar al animal a sus límites. Esto es darles varias o muchas oportunidades de que el animal diga que no quiere más. Eso significa que se acabaron sus ganas de luchar y en el fondo indica que se acabó su casta. Esta es la primera parte de la selección y los requisitos que yo creo que tiene que la vaca tener en la prueba del caballo. En la muleta tiene que ser repetidora, que venga de largo, condiciones básicas para lidia. Todo esto con fiereza, es decir, con capacidad de emocionar, capacidad de transmitir peligro. El combate está en que haya riesgo, y la opción de una cogida; si eso no ocurre desaparece la esencia de la Fiesta. Por cierto, no quiero una vaca que embista con la cara alta, porque para la expresión del toreo la cara debe venir abajo. Tampoco la que vaya de uno en uno, porque la expresión del toreo está también en la ligazón y la repetición. La vaca debe embestir repitiendo y galopando, comiéndose la muleta, queriendo cogerla, no sólo siguiéndola.

 

¿Cómo valora la duración de la embestida?

No necesito que tenga cincuenta muletazos ni la considero mejor con cincuenta que con veinte. Entiendo que no hay dos toreros iguales, sus conceptos son diferentes, su posicionamiento en la plaza también, las distancias. Entonces la vaca acomete diferente ante estímulos diferentes, en distinto sitio y en distinta forma. La cantidad para mi no cuenta, cuenta la forma en que embisten más que otra cosa. Y luego que el torero tenga la maestría de sacarle en número de pases que hagan falta para triunfar. Un torero puede triunfar también con diez o quince muletazos.

 

¿Cómo se realiza en Palha la selección de sementales?

Elijo los sementales por reata, por familias, y luego hago una prueba de tentadero igual que a las vacas. No hago la selección sólo por familia, los meto además en la plaza, los toreo a caballo, los pico y luego los toreo de muleta. El concepto es el mismo, pero si te equivocas en un semental equivocas una camada; si equivocas una vaca pierdes un toro.

 

Es la alquimia del tentadero.

Esta es una ciencia inexacta en la que tu buscas el óptimo y no consigues más que la aproximación.

 

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La tienta puede ser poco significativa del carácter de un animal si es que, por circunstancias, está en un momento bajo ¿Se pueden escapar vacas excelentes porque no tienen el día?

Sí, pero es muy difícil que eso pase porque la vaca transmite, aún así, comportamientos y personalidad que son los que de verdad marcan. Creo que es muy difícil que pase. Date cuenta que en una plaza de toros la genética cuenta una tercera parte, los otras dos terceras partes son factores ambientales. Esto último no está en nuestras manos controlarlo; el calor, el frío, el sol, la lluvia, la disposición del torero … Es muy difícil que todo se congregue, pero es cierto que la vaca puede estar más predispuesta en un día que en otro, por supuesto. Igual que las personas hay días que reaccionan más o menos a los estímulos. Hay muchas similitudes entre el comportamiento humano y el animal. Y su en personalidad también.

 

Los tentaderos en casa Palha han hecho fama de duros y complicados.

Aquí se exige mucho al animal y mucho al torero que tienta. También te digo que el que tienta aquí después triunfa en las plazas, como ha hecho recientemente Curro Díaz saliendo a hombros de Las Ventas.

 

¿Tiene con frecuencia la sensación de que sus toros no han sido lidiados de forma correcta?

No quiero pensar en eso, pero pasa muchas veces. Se nota perfectamente que el torero no se ha querido poner en el sitio. Es visible para quien entienda de esto. Hay un sitio donde los toros cogen y donde la gente se emociona y ese sitio pocos toreros lo quieren ocupar.

 

Especialmente con toros como los suyos.

Con otros también, pero con los míos especialmente, sí.

 

Cómo ve el momento de la Tauromaquia en Portugal?

Faltan figuras del rejoneo, que es lo que sostiene la Fiesta aquí, y tampoco hay toreros a pie. En este momento está todo un poco indefinido. La gente acude a las plazas, en las fechas tradicionales y normales, pero no hay un torero que arrastre. La Fiesta se sostiene por los forcados. Aquí se exige un toro encastado y fiero y eso ayuda también a las ganaderías. Quiero decir también que hay menos presión social, no estamos tan vetados en Portugal como en España.

 

¿Cree que se ha suavizado demasiado la casta?

Sí, desde hace ya veinte años que está muy insulsa. Se superó el tema de las caídas, pero hay que darle un poco de sal.

 

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¿Ve posible recuperar la casta un vez perdida?

Creo que si, pero hace falta que las empresas quieran. Si las empresas dicen no a las figuras por el tipo de toro que quieren lidiar, ya es un brazo de hierro, a ver cuanto tiempo aguantan. Pero por poder creo que se puede. Las empresas buscan un espectáculo de triunfo y no un espectáculo como tiene que ser. Y a ellas todo lo que sea propiciar el triunfo, desde inyectar a un torero que está cojo, hasta conseguir una ganadería que no incomode para que el torero pueda hacer treinta tardes, vale todo.

 

Por último, ¿se está centralizando demasiado el poder en la Fiesta?

Eso creo. Al menos con esta embestida mejicana sobre toreros y toros; no se que irá a pasar. Si esto terminará como los americanos, que se reparten las cartas y al final se llega a un simple reparto.

 

 

Gracias señor Folque de Mendoza por recibirnos en su finca, mostrarnos su camada, y compartir con nuestros lectores la cultura de la crianza del toro de lidia.

 

 

 

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