Curro Díaz, torero de inspiración, sólo sujeto a su propio concepto, considerado artista sublime.

Para interpretar un toreo tan puro es preciso pisar terrenos en los que el toro embiste o coge.

Escalofriante cogida en la plaza de Azpeitia. En el ambiente quedó una sensación dramática.

El torero fue conducido exánime a la enfermería, donde minutos después recuperó la conciencia.

En un gesto de gran pundonor decidió volver al ruedo para lidiar el cuarto toro, al que realizó una gran faena, ganando una oreja.