Alternativa y puerta grande para Ismael Martín
Ismael Martín tomó ayer la alternativa en el Coliseum de Burgos y salió a hombros bajo el dintel hormigonado que linda con el estadio del Plantío.
Algo importante debió decirle su padrino Fandi durante la ceremonia, pues el parlamento fue largo, y hubo turno de réplica en los toros posteriores tanto por parte del padrino como del testigo. Tal vez estén negociando un cartel de banderilleros del estilo de aquellos de los años ochenta con Paquirri, Esplá, Víctor Méndez, Morenito de Maracay o El Soro, que tan bien circularon y tanto tacazo dejaron en las taquillas. Como ensayo de lo que pueda venir, compartieron ayer los rehiletes componiendo tercios espectaculares, que llegaron al tendido, en los que el toricantano y el testigo Escribano se asomaron al balcón y clavaron con pureza las más de las veces. Pero el éxito del nuevo matador se basó en el arrojo con que recibió con largas cambiadas en tablas a sus toros, y el modo en que pasó de muleta al abreplaza, un cuatreño noble con poca clase, al que faroleó de rodillas en el inicio del trasteo y abrochó la faena con una serie ajustada de bernadinas. Lo demás fue poco destacable. Faenas largas, con las pulsaciones altas, algo de precipitación, especialmente en el sexto turno, poco ajuste en los embroques, escaso toreo al natural y algunos enganchones. A Ismael Martín le falta oficio, como es natural, si bien es un toreo arrojado y decidido en cuya mano está la mejora.
Fandi volvió a ser Fandi, esta vez corregido y aumentado. Efectista en todos los tercios, populista en todos los momentos, histriónico cuando lo consideró oportuno, bullidor en banderillas, variado y valiente al lanceo, si bien flámula en mano faltó torería. Parece ser que el público burgalés, especialmente las peñas, disfruta de este tipo de espectáculos heterodoxos que ignoran los cánones, de ahí la conexión que se establece cada año en estas tierras con el torero granadino. El palco atendió la ruidosa petición de los tendidos y le concedió una oreja en cada turno pese a las estocadas traseras y caídas que merecerían más una censura.
Lo más meritorio de la tarde lo hizo el matador que menos trofeos obtuvo, Manuel Escribano. Recibió a su segundo de rodillas a porta gayola colocándose en los medios, aguantando estoicamente las miradas y dudas del toro de Bañuelos. Banderilleó casi siempre con pureza, asomándose al balcón al cuarteo, y en quiebros prodigiosos, especialmente en el tercer par del quinto toro, pasando entre las tablas y los pitones en un espacio inverosímil. Trasteó sin lucimiento en faenas largas rematadas con manoletinas ajustadas, y mató con eficacia al quinto del que obtuvo su trofeo.
Todo ello ante una corrida de Bañuelos de discreta presencia y juego variado, que lidió desde el bravo cuarto hasta el manso tercero con casta e intenciones muy diversas.
La fiesta continúa y hoy se anuncia una corrida de alto interés, con reses de Valdellán para Curro Díaz, Morenito de Aranda y David de Miranda. Toros de casta Santacoloma y una terna de estilos diversos comprometida con el concepto del toreo clásico.
Reseña:
Coliseum de Burgos. Sábado 29 de junio de 2024. Lleno bajo la cubierta del multiusos.
Toros de Antonio Bañuelos justos de edad y trapío, de juego diverso como a continuación se detalla, destacando el bravo cuarto.
Primero: Negro, chico. Un puyazo. Noble con poca clase y escaso celo. Palmas en el arrastre.
Segundo: Negro, chico. Un picotazo. Noble con poca energía. Pitos.
Tercero: Negro. Un puyazo. Manso y descastado. Pitos.
Cuarto: Negro, escurrido. Un puyazo empujando. Bravo. Palmas en el arrastre.
Quinto: Negro, justo de trapío. Un picotazo. Pastueño. Silencio.
Sexto: Negro, chico. Un puyazo trasero. Geniudo con muchos pies. Silencio.
El Fandi, de marino y oro: Estocada trasera y caída (oreja). Sartenazo trasero y caído (oreja)
Manuel Escribano, de verde hoja y oro: Estocada trasera atravesada (silencio). Pinchazo y estocada (oreja tras aviso).
Ismael Martín, que toma la alternativa, de teja y oro: Estocada caída fulminante (dos orejas). Pinchazo hondo y seis golpes de descabello (palmas tras aviso).
Incidencias:
Primera corrida de la Feria de San Pedro.
Ismael Martín tomó la alternativa logrando salir a hombros del coso junto con El Fandi.
Al inicio de la corrida el público cantó con fervor el himno a Burgos.
Tras el tercer toro la presidencia se retiró del palco para facilitar la merienda de los asistentes.
El festejo duró algo más de tres horas.
Javier Bustamante
para Toro Cultura
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