Toreo caro sin trofeos
La corrida de Jandilla, con el trapío propio de Pamplona, tuvo un comportamiento noble en su conjunto, dentro de lo que cabe el bravo tercero y el manso cuarto, con otros cuatro toros que ocilaron entre ambos polos.
Juan Ortega se empleó como suele con su primero, que embestía boyante por el pitón derecho y algo más corto por el izquierdo. Meció su capote con armonía en el recibo y pasó con los doblones de inicio marca de la casa. Se estiró con ajuste al natural y en redondo, dibujando trincheras y molinetes hondos y despaciosos. Mató a la segunda para culminar una labor silenciada por el público. Su segundo fue el peor toro del encierro pues manseó en los tres tercios, soltó la cara cada vez que tenía un señuelo a su alcance y gazapeó al final del trasteo. La lidia consistió en tratar de disuadirle de su viaje de regreso a toriles, tratando de componer la figura sin resultados destacables.
Roca Rey se va de Pamplona sin un solo trofeo luego de lidiar cuatro toros, algo insólito en su trayectoria. Ayer hizo lo que le ha convertido en un ídolo, entrega, pundonor y valor como motor de un toreo que llega a los públicos, caracterizado por el mando y el temple. Hubo variedad en su toreo de capa, también en el de muleta, con dos inicios diferentes, uno de rodillas con pases cambiados de evidente riesgo y otro por estatuarios de gran quietud. En su primer turno ensayó también un arrimón que culminó con bernadinas ajustadas. Mató al colorado de estocada delantera y dos golpes de descabello que frustraron el premio. En su negro segundo poca lidia había pues se empleaba poco y sin celo. Mató al sexto intento para recibir palmas de los tendidos.
Fue Pablo Aguado quien ofreció un toreo de más quilates en un nuevo alarde de naturalidad, verticalidad y pinturería. Pasando a media altura, sin enmendar un pie, disfrutó de la embestida pastueña de su primero, al que cuajó por ambos pitones con ritmo, pulcritud, ligazón y temple. Naturales, pases en redondo, trincheras y molinetes surgían como si un hubiera otra opción, sin violentar al toro ni fatigarse moviendo las telas. Todo en los medios, en un palmo de terreno, mandando en la embestida con mano de seda. Cuando parecía que el triunfo iba a ser notable el mal uso del estoque frustró el éxito. El cierraplaza supo también del temple de sus muñecas, pues se desplazaba con nobleza y repetición mas sin humillar. La faena tuvo destellos de inspiración, pero no llegó a emocionar a los pamploneses por la falta de codicia del toro. Mató al segundo intento y ahí se terminó una corrida con resultados artísticos notables, mas sin trofeos por la deficiente ejecución de la suerte suprema.
Reseña:
Plaza de toros monumental de Pamplona. Viernes 11 de 2025. Lleno de “no hay billetes” en tarde tórrida y tormentosa.
Toros de Jandilla, bien presentados, nobles, variados de capas y de juego, como a continuación se detalla.
Primero: Negro chorreado, bien presentado. Dos puyazos duros sin emplearse. Pronto, repetidor, noble de viaje corto por el izquierdo. Silencio en el arrastre.
Segundo: Colorado, bragado corrido salpicado. Un puyazo y un picotazo. Noble. Palmas.
Tercero: Negro, cornalón. Un puyazo y un picotazo. Pronto, largo, repetidor. Ovación en el arrastre.
Cuarto: Jabonero, corpudo, serio. Un puyazo y dos picotazos huyendo. Manso, soltando la cara, gazapón por momentos. Leves pitos.
Quinto: Negro. Un puyazo junto a toriles y un picotazo sin celo. Noble, pronto, repetidor, con carbón. Palmas.
Sexto: Castaño, cornalón. Dos puyazos sin emplearse saliendo suelto. Noble, pronto y repetidor sin humillar. Silencio.
Juan Ortega, de verde manzana y oro: Estocada enhebrada y estocada (silencio). Estocada casi entera desprendida delantera (silencio)
Roca Rey, de turquesa y oro: Estocada delantera y dos golpes de descabello (palmas tras dos avisos). Cuatro pinchazos, pinchazo hondo y estocada casi entera (palmas).
Pablo Aguado, de catafalco y oro: Pinchazo y dos pinchazos hondos (ovación y saludos). Pinchazo y estocada trasera atravesada (silencio).
Incidencias:
Séptimo festejo de la Feria de San Fermín.
Saludó Iván García tras parear al sexto.
El festejo duró dos horas y cinco minutos.
Javier Bustamante
para Toro Cultura
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