La fiesta de toros durante la guerra civil
El periodo comprendido entre el 18 de julio de 1936 y el 1 de abril de 1939 ha sido, hasta el momento, una época opaca y un paréntesis incómodo para los historiadores del toreo. Durante esos 987 días en que el bando republicano y los sublevados se enzarzaban en una encarnizada lucha, la fiesta siguió consumándose, si bien en unas condiciones precarias en lo material y de gran exaltación en lo político. Según las zonas, la simbología y la ideología imperante generaban un ambiente sustancialmente distinto, con coreografías dispares y soflamas divergentes, mas la tauromaquia continuó perpetuándose inmutable en lo esencial, fiel a sus cánones más clásicos.
Antonio Fernández Casado, prolífico escritor, empresario, y presidente del Club Cocherito de Bilbao, ha realizado un exhaustivo trabajo de investigación, que ha hecho posible la edición de un libro de gran valor histórico, narrando con una prosa ágil y amena los acontecimientos que hubo de sufrir la fiesta en aquellos críticos momentos.
La obra se remonta en sus primeros capítulos en los antecedentes históricos del siglo XIX con el reinado de Fernando VII, en que algunos matadores como Sombrerero se significaban con el absolutismo, mientras que otros como Juan León, Roque Miranda o Rigores abrazaban la causa liberal, provocando altercados y enfrentamientos más que notables.
Las históricas figuras de Cúchares, Lagartijo y Frascuelo son también rememoradas desde la óptica de su filiación política y los sentimientos que despertaban entre el público, no siempre respetuoso con el oponente.
Los meses previos a la Guerra Civil son analizados con objetividad, siempre en clave taurina, provista del contexto trágico que en aquellos momentos asolaba a la sociedad española, y en consecuencia a todos los estamentos que hacen posible la Fiesta, como ganaderos, empresarios y matadores.
La beligerancia de los toreros, irremisiblemente significados por uno de los bandos, dio lugar a toreros milicianos, batallones de lidiadores, y combatientes ocasionales, que tuvieron cierto protagonismo en la refriega, y la dotaron en algunos instantes de un tipismo trágico que raya en lo romántico.
Los nombres propios de los protagonistas reconocidos del toreo abundan en esta sólida obra, como Juan Belmonte, Álvaro Domecq, Domingo Dominguín, Marcial Lalanda, Rafael El Gallo, Guerrita, Manolete, El Cordobés o Pedro Balañá.
También emergen con un significado especial personajes desconocidos y fascinantes, como el soviético Koltsov, corresponsal del diario Pravda que remite a su medio una crónica atípica, con una terminología singular, redactada desde una gran distancia cultural y emocional. O Sidney Franklin, matador de toros neoyorquino, corresponsal de guerra durante aquellos oprobiosos años, requerido de vuelta a Estados Unidos, quien protagonizó una apasionante odisea para continuar en España cultivando su pasión.
El libro describe con precisión el modo en que ambos bandos se valían de la tauromaquia para satisfacer a sus adeptos, la manera en que los espectáculos taurinos servían para recaudar fondos dedicados a ambas causas, y la forma en que se emplea a la fiesta como arma propagandística, tanto más eficaz cuanto mayor era la espectación y más intensa la admiración del pueblo por sus protagonistas.
En clave especialmente ominosa se narra la represión, algunas veces protagonizada por personajes del toreo como el rejoneador cordobés Cañero, o asesinatos alevosos como el perpetrado contra el ganadero Argimiro Pérez Tabernero y tres de sus hijos, en un episodio sardónico de amargo recuerdo.
Existen además referencias al resto del universo taurino, cómo Portugal, Francia y América, que constituyeron paraísos a los que huir en busca de la preservación de la vida, y resultaron vitales en la conservación de la tauromaquia.
Editorial La Cátedra Taurina entrega una obra de gran rigor histórico que narra con precisión las vicisitudes a las que se sometió la Fiesta en tres años de contienda, poblada por personajes terribles y seres entrañables, arrojando luz sobre un período incómodo que pocos hasta la fecha se habían atrevido a abordar.
Se trata de un libro de honda significación para los aficionados al toreo, y también de un documento de gran valor para aquellos que quieran conocer claves y sucesos aún poco difundidos de la guerra civil española.
Javier Bustamante
Para Toro Cultura
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir