El Juli se despide de su escenario perfecto

Un manto de lluvia se desplomaba sobre Vista Alegre como en tantas tardes épicas que jalonan la bella historia de esta plaza. Allí, sobre los charcos y el barro, Casero, un toro encastado, con muchos pies que pasaba como un bólido buscando los señuelos se encontró con El Juli desafiando a su fiera embestida. Era el epílogo de una carrera de un cuarto de siglo de gloria. Pasó por alto en el tercio, firme, dominador, mirando al tendido en una serie electrizante, como la atmósfera, para sacárselo a los medios, terreno donde el viaje del toro era menos violento. Cerca del platillo dictó su última lección, templado, ligado, con mando sobre la mano derecha. Tomó después la izquierda, pasando despacioso y atemperado entre el clamor del público que tantas veces le ha jaleado. Hubo sintonía y pulsión por sacar a hombros al torero que ha hecho de este coso su santuario. Ligó dos series más en redondo sobre una baldosa y se adornó con un cambio de mano y un pase cambiado. El agua seguía manando del cielo como un signo, componiendo una escena conmovedora. El toro desafiante, el público entregado, cubierto con paraguas y chubasqueros, y un matador comprometido, rememorando tantas noches previas de duermevela, tantos miedos en el patio de cuadrillas, tantas salidas en volandas, tanto triunfo, tanto reconocimiento. El premio quedó en una oreja, mas antes había escuchado un aurresku previo al paseíllo y una atronadora ovación de la afición que le sacó a saludar antes de enfrentarse a su primer toro. La historia se escribe con momentos como este, y El Juli ocupa ya un lugar protagonista de la de la tauromaquia en Bilbao. Gloria para él.

Paco Ureña no sabe mentir, y ayer volvió a decir la verdad. Firme y vibrante ante la incierta embestida rebrincada y áspera de su primero, tirándose a matar o morir. Largo y mandón con su segundo, pronto y de buen tranco hasta que claudica en terreno de toriles. Faena larga en homenaje a El Juli, cuyo brindis sería un canto a la verdad del toreo.

No se entendió Roca Rey con el que hizo tercero, un toro con carbón y casta áspera que buscaba pelea. No dio con los terrenos ni pudo con su embestida desbordante, líquida por momentos. Tampoco honró su estoque en una faena opaca. Con el cierraplaza llegó la emoción. Brindó al público y se colocó en el platillo, muleta en mano con gesto estoico. Sin embargo el toro no era de largas distancias y hubo de aproximarse hasta el tercio, pasándolo cambiado, perdiendo el pie en el primero, vaciando su embestida apurado de rodillas en el segundo. A partir de ese instante la plaza vibró como en las grandes tardes. Series por ambas manos ligadas, con pases largos, templados, ceñidos por momentos, algún desplante y mucha quietud. Y mucho carisma, que es el valor de este torero. Carisma llegándose al toro, carisma mirando al tendido, carisma rematando las series con prosopopeya. Otro triunfo se escapó al dejar el estoque en mal sitio tras pinchazo.

El Juli y Bilbao se despidieron ayer con todos su atributos. Tardará en llegar otro que mantenga un idilio tan largo con una plaza tan seria. Gloria a los toreros grandes.

Reseña:

Plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao. Sábado veintiséis de agosto de 2023. Más de tres cuartos de plaza en tarde gris y lluviosa.

Toros de Victoriano del Río y Toros de Cortés (3º), todos cinqueños, en capas variadas y desigual presentación. De juego interesante y diverso como a continuación se detalla.

Primero: Sardo, con bello trapío. Dos picotazos. Noble con poco celo. Palmas en el arrastre.

Segundo: Negro, bien armado, aplaudido de salida. Un refilonazo, un puyazo y un picotazo. Pronto, largo, repetidor, con carbón, embiste rebrincado soltando la cara. Al final de la faena busca los chiqueros. División de opiniones.

Tercero: Negro, chico, protestado de salida. Busca el caballo y recibe dos puyazos. Encastado y duro de pezuña. División de opiniones.

Cuarto: Negro bragado, chico. Dos puyazos empujando. Encastado con muchos pies, amaga rajarse. Muerte de bravo. Palmas.

Quinto: Castaño. Un puyazo y un picotazo. Pronto, largo y repetidor. Claudica al final de la faena. Silencio.

Sexto: Negro de discreto trapío. Un puyazo y un picotazo. Pronto, largo y repetidor. Claudica pronto. Silencio.

El Juli, de verde botella y oro: Pinchazo, pinchazo hondo y siete golpes de descabello (silencio). Pinchazo y estocada (oreja).

Paco Ureña, de coral y oro: Estocada perpendicular y tres golpes de descabello (ovación y saludos tras aviso). Media estocada, cinco pinchazos y estocada trasera (ovación y saludos tras aviso).

Roca Rey, de oporto y azabache: Golletazo (silencio). Pinchazo y estocada casi entera delantera (ovación y saludos tras aviso).

Incidencias:

Séptimo festejo de las Corridas Generales de 2023

Antes de iniciar el paseíllo se rindió homenaje a El Juli por su despedida de Bilbao bailando un aurresku.

El público sacó a saludar a El Juli tras romper el paseo.

Javier Bustamante

para Toro Cultura

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