La estocada cenital

Juan Leal interpretó ayer en Azpeitia por primera vez en la historia la estocada cenital. Esta nueva variante del volapié, que inventó Costillares en el siglo XVIII, tiene su propio protocolo, resumido en las siguientes fases: El toreo iguala al toro, se perfila en la media distancia e inicia una carrera rápida de no más de tres metros, salta con fruición atlética, se coloca horizontalmente en el aire a más de metro y medio del suelo a la vez que suelta la mano e introduce el estoque en la anatomía del toro. Ayer a su intérprete primigenio le cayó un poco baja y trasera, y es que precisar cuando se hace todo tan rápido es francamente difícil. Como el público es diverso ete tipo de innovaciones tienen sus adeptos, y tal vez dentro de un tiempo los tendidos la demanden como un pasaje diferencial de la lidia. Antes había pasado a sus toros sin el arrojo temerario de otras tardes. Leal se está asentando, y bien que se lo agradecemos los aficionados que buscamos valor al servicio del arte, y no lo contrario. No hubo largas cambiadas, ni trasteos de rodillas en el platillo con pases cambiados, tampoco zapatillazos. En cambio ofreció en su primero unos toreros doblones encelando la embestida con pases largos y profundos, y remató la faena en las cercanías, sin el frenesí de otras corridas. Ganó una oreja. Por contra en su segundo, un toro bronco y áspero que embestía a oleadas brindado al público, desempolvó la parte de su repertorio bizarro menos tremendista, con espacio para circulares invertidos, alardes junto a los pitones, e incluso un desarme voluntario para certificar su entrega. No estuvo certero con el acero y escuchó el silencio.

Antonio Ferrera también quiso innovar el canon clásico del volapié y mató al paso, perfilándose a más de diez metros, acercándose despacio al toro esperando a que éste se arrancara para ofrecerle la muleta y estirar el brazo para colocar el estoque. También cayó bajo, lo que no fue óbice para que el público premiara su labor con una oreja de un toro que fue honrado con la vuelta al ruedo por su buen estilo, pronto, largo, humillado y noble, si bien dio evidentes síntomas de debilidad. La técnica depurada de este torero y su regularidad en una temporada tan larga como la que está afrontando dan una idea clara de su dimensión profesional.

El más inspirado de la terna fue Joaquín Galdós, debutante en La Bombonera, que hizo el paseíllo con un bello capote bordado con la efigie de San Ignacio. Se dobló por bajo con torería, se pasó muy cerca los toros sin aspavientos citando en largo cuando aún tenían carbón. Solemnizó el natural en su más pura esencia, esculpió en el aire que venía húmedo del Cantábrico bellísimos pases de pecho, y entró a matar a ley, pese a que las estocadas no tuvieran la mejor colocación. Es Galdós un torero gallardo, con muñecas nobles, que compone bien la figura y destila valor para torear según la ortodoxia. Su concepto es puro, y es cuestión de tiempo que obtenga un triunfo importante que impulse su carrera.

Reseña:

Plaza de toros de Azpeitia. Domingo 31 de julio de 2022. Tres curtas partes de la localidades cubiertas en tarde templada y nublada que acabó en chirimiri.

Seis toros de Murteira Grave bien presentados, en capas negras y castañas. De desigual comportamiento.

Primero: Negro, con trapío, aplaudido de salida. Un puyazo duro corneando el peto. Flojo y descastado. Pitos en el arrastre.

Segundo: Castaño, bragado, gargantillo, hondo. Dos puyazos derribando en el primero y entrando de largo en el segundo. Se apaga muy pronto, berreón y descastado. Fuerte bronca con algún aplauso.

Tercero: Negro. Abanto buscando toriles. Un puyazo duro saliendo suelto. Noble y flojo, claudica pronto. Palmas.

Cuarto: Negro, con trapío, aplaudido de salida. Un puyazo y un encontronazo desde lejos sin puya. Flojo y noble. Vuelta al ruedo.

Quinto: Negro, corpudo, con trapío, ovacionado de salida. Un puyazo duro apretando. Embiste a arreones, violento, escarbador, esaborío con carbón. Pitos.

Sexto: Negro. Un puyazo. Noble y flojo. Aplausos.

Antonio Ferrera, de grana y oro: Estocada fulminante (silencio). Estocada muy baja al paso (oreja).

Juan Leal, de grana y oro: Estocada cenital (oreja). Pinchazo, media estocada tendida y tres golpes de descabello (silencio tras aviso).

Joaquín Galdós, de tabaco y oro: Pinchazo hondo, estocada y un golpe de descabello (vuelta al ruedo tras aviso). Estocada trasera y un golpe de descabello (oreja tras aviso).

Incidencias:

Segunda corrida de la Feria de San Ignacio de Azpeitia el día del patrón.

Antes de comenzar la lidia fueron entregados los premios de la temporada 2019

Saludaron tras parear José Chacón, Marco Leal y Rafael Viotti.

Javier Bustamante

para Toro Cultura

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