Toreo caro de Diego Urdiales
El toreo caro volvió a fluir ayer de las muñecas de Diego Urdiales, si bien es más preciso decir que manó de todo su cuerpo, pues este matador emplea cabeza, tronco y extremidades para engendrar el arte con pasmosa claridad. En su primer turno fijó a un manso con doblones pintureros, y se puso a torear al natural con el compás de toreo grande, dando sentido a cuanto hacía, corriendo la mano con profundidad y dominio, pues había que contener el manso espíritu de su antagonista. Pasó también por el pitón derecho con sobriedad clásica, moviéndose con leve pie, hasta el punto que había momentos en que parecía que flotara sobre el albero. Interpretó dos esculturales molinetes abelmontados que valían la entrada, y remató las series con trincherillas de su cuño que enardecieron al público que casi llenaba el coliseo. Faena de cante grande llena de sentimiento que valía una salida a hombros, mas pinchó en terreno de tablas y el toro se puso gazapón, reivindicando su mansedumbre con vehemencia, y casi se va vivo al corral, pues se escucharon dos avisos antes de que el descabello liquidara el trance.
El que hacía sexto pronto mostró su carácter áspero y violento, un genio que le impulsaba a tirar gañafones sin humillar, y sin embargo Diego Urdiales no se arredró y compuso bellas figuras, ayudándose al natural en los prolegómenos, templando en redondo en los medios, y saliendo de los arreones con solvencia y torería gallista. Tuvo que aliñar por bajo al finalizar el trasteo para calmar el temperamento hostil del de Garcigrande y cobró una estocada que le valió una oreja.
El Juli exhibió en el que abría plaza la técnica que le ha llevado a lograr el estatus de figura perenne, templando, desplazando al toro a su antojo y ligando los pases en un guijarro. La seguridad que irradia y la facilidad con la que compone sus faenas son paradigma del toreo contemporáneo. No necesitó dominar, pues el toro era dócil y las muñecas de su matador solventes, así que se tiró a matar, hirió con certeza y el público le otorgó un trofeo.
El resto de la corrida transcurrió sin pasajes reseñables, pues salió descastada y los matadores porfiaron sin éxito pases que no transmitían la emoción que siempre debe acompañar a los avatares de la lidia.
Ayer se confrontaron en el coso de La Ribera dos estilos diferentes, dos concepciones distintas del toreo, la técnica prodigiosa de El Juli con la inspiración clásica de Diego Urdiales, y sin embargo hubo poca competencia, pues no compareció el elemento esencial de la fiesta. Mucho torero para tan poco toro.
Reseña:
Plaza de toros de La Ribera de Logroño, 21 de septiembre de 2018, más de tres cuartos del aforo cubierto en tarde calurosa.
Toros de José Vázquez (1º y 2º), Garcigrande (3º y 6º) y Zalduendo (4º y 5º) desigualmente presentados, en capas negras. Comportamiento diverso predominando la falta de casta. Primero: Negro mulato, chico y escurrido. Un picotazo en franca huida y un puyazo suave. Flojo y aborregado. Silencio en el arrastre. Segundo: Negro, chico y romo. Dos puyazos en franca deserción con coces a la cabalgadura y cinco picotazos pasando de largo, el cuarto en terreno de chiqueros. Manso. Pitos. Tercero: Negro listón, chico, protestado de salida. Dos puyazos empujando con la cara alta. Flojo y de escaso celo. Silencio. Cuarto: Negro con trapío. Dos duros puyazos, el primero en terreno de toriles, empujando con poco estilo. Incierto, escaso de celo y violento. Pitos. Quinto: Negro vareado con trapío. Dos puyazos. Flojo de viaje corto y poco fondo. Pitos al arrastre. Sexto: Negro, abierto de cuerna, escurrido de escaso trapío, pitado de salida. Dos putazos saliendo suelto. Duro, áspero y exigente. División de opiniones al arrastre.
El Juli, de marino y oro: Estocada (oreja). Metisaca hilvanado, dos pinchazos, estocada y dos golpes de descabello (silencio). Pinchazo hondo y dos descabellos (silencio).
Diego Urdiales, de turquesa y oro: Dos pinchazos, estocada casi entera delantera, dos pinchazos más y tres golpes de descabello (silencio tras dos avisos). Pinchazo a toro arrancado, estocada delantera perpendicular y un golpe de descabello (silencio). Estocada y un golpe de descabello (oreja).
Incidencias:
Cuarta corrida de la feria de San Mateo.
Mano a mano entre dos toreros que gozan de gran consideración en Logroño.
Iván García saludó tras parear al quinto con brillantez.
Javier Bustamante
para Toro Cultura
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