Diego tiene la llave

Diego Urdiales tiene la llave. La llave de las puertas grandes de los cosos de prestigio en las tardes de compromiso. La que gira como giran sus muñecas rematando en la cadera. La de sobrio metal, firme y estable como el toreo clásico. La de la inspiración en el patio de cuadrillas que conjura alma y cuerpo. La de la renuncia al camino fácil del toreo desahogado. La llave de la perseverancia cuando el toro no sale o no se le ve. La del temple y la ligazón. La de la confianza en los méritos y las capacidades. La llave del toreo de siempre que llega como una sacudida al corazón y le hace latir más fuerte.

Ayer en La Ribera se dio cita con Despertador de García Jimenez que convirtió la vigilia en sueño. Un toro para soñar y un toreo que ya había soñado ese sueño. Todo fue armonía, naturalidad y temple. Todo hacia adentro, todo al compás de la bravura del bonito toro negro. Ni una renuncia al clasicismo. Todo en una baldosa. Ni un mal paso. Ni un tirón. Natural, redondo y de pecho. Codilleo en una serie que no pareció real. Un ensayo de pureza que se extinguió cuando ya no se podía mejorar el natural de frente. Un canto al toreo grande que aún le duele en las entrañas.

Talavante transitó por San Mateo con otros registros más mundanos pues ganó una oreja en su primer turno con un trasteo vertical, templado por momentos y no siempre ajustado. Se desprendió de la ayuda mediada la faena y culminó tirando también la muleta en un desplante que llegó al tendido.

Roca Rey, el más taquillero del escalafón, fue fiel a su estilo arrojado y carismático que le ha convertido en un fenómeno social. Lanceó con variedad y exposición, y armó en su primer turno un trasteo valiente, con pases de rodillas, circulares invertidos de ciento ochenta grados, finalizado con un arrimón de impacto que llegó al tendido. Una oreja fue su premio que paseó entre el reconocimiento de una afición que lo tiene ya por héroe propio.

Reseña:

Plaza de toros de La Ribera de Logroño. Miércoles veinte de septiembre de 2023. Más de tres cuartos del aforo cubierto en tarde templada y soleada.

Toros de Hermanos García Jiménez, de desigual presentación y juego diverso como a continuación se detalla.

Primero: Negro, chico. Un puyazo duro empujando y un picotazo. Con poco celo y energía. Silencio en el arrastre.

Segundo: Negro, cinqueño. Un puyazo y un picotazo. Flojo y con escaso celo. Silencio.

Tercero: Castaño, escurrido y serio de cara. Dos puyazos derrotando. Noble y repetidor. Silencio.

Cuarto: Negro, chico con cara. Un puyazo suave y un picotazo. Bravo y encastado. Ovación.

Quinto: Negro, montado, bien presentado. Tres puyazos, los dos primero en franca huida. Tardo y deslucido. Pitos.

Sexto: Negro, chico, de salida alegre rematando. Un puyazo empujando y un picotazo. Descompuesto, suelta la cara, distraído. Silencio.

Diego Urdiales, de caña y azabache: Dos pinchazos y estocada caída (silencio tras aviso). Estocada delantera (dos orejas).

Alejandro Talavante, de grana y oro: Estocada desprendida (oreja). Pinchazo en el costillar y cuatro golpes de descabello (silencio).

Roca Rey, de grosella y azabache: Estocada caída (oreja tras aviso). Estocada casi entera trasera (silencio).

Incidencias:

Tercer festejo de la Feria de San Mateo de 2023

Diego Urdiales salió a hombros del coso.

Javier Bustamante

para Toro Cultura

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