Tarde de triunfo
La segunda corrida de la feria de San Mateo fue de gran triunfo, pues todos los actuantes obtuvieron premio en un ambiente de satisfacción y éxito. Los toros de Juan Pedro Domecq, condenados al matadero por el público de otras plazas, exhibieron en Logroño bellas hechuras y un comportamiento acorde con los principios de la lidia contemporánea, ésto es, nobleza, humillación, fijeza y repetición. La excepción fue el quinto, que no se empleó nunca y pasó la faena distraído con la cara a media altura.
El otro hierro anunciado para rejones, el de Carmen Lorenzo, echó un primero con muchos pies, largo en sus acometidas, que facilitó el éxito de Hermoso de Mendoza padre. Faena breve con un rejón de castigo, dos banderillas, tres más cortas y un rejonazo de muerte efectivo. Sin embargo lo mejor estuvo en la manera de parar al toro, caracoleando en los medios hasta detener al negro en un palmo de terreno, y el temple con el que redujo las impetuosas arrancadas del principio de la faena. El otro despuntado, por el contrario, tuvo poca pujanza y acabó amorcillado y desentendido de los caballos. Poco lucimiento pudo haber y sí el reconocimiento del público sacando a saludar al caballero.
Diego Urdiales pasó a su primero al natural como pocos toreros pueden hacerlo, acariciado la embestida con la bamba de la muleta, templando hasta aberrar el tiempo, pues no parecía natural el ritmo al que el nobilísimo colorado desplazaba su media tonelada al son que marcaba su matador. Toreo de lujo extremo, firme, sin perder un paso, complementado con una serie de molinetes lentos y un abaniqueo añejo que tuvo eco en los tendidos. El estoque quedó desprendido y pese a la insistente petición del público el premio alcanzó una oreja. El lote se completaba con el peor del encierro, otro castaño de buena presentación que nunca se empleó y se movió con cautela, distraído con la cara alta. El diestro local, que había brindado al público, porfió pases y hubo de conformarse con un par de series estimables, en las que el oficio tuvo más sitio que la inspiración.
José María Manzanares instrumentó dos faenas inusualmente breves, coronadas con dos grandes estocadas, si bien pinchó al sexto antes de el abordaje definitivo. Esta forma de herir le valió una oreja en cada turno. Su primer trasteo tuvo ligazón y temple, mas le costó asentarse y los pies volaron no sólo en la suerte suprema. El cierraplaza hizo un extraño con el pitón izquierdo en un pase de pecho y el matador no soltaría ya la franela montada con el estoque de su mano diestra. Faltó reunión y quizá también algo de decisión, lo que no fue óbice para que la elegancia y el estilo refinado inherente al su noble apellido generaran momentos de gran belleza pasando en redondo.
Reseña:
Plaza de toros de la Ribera de Logroño. Domingo 18 de septiembre. Un tercio de plaza cubierta en tarde soleada y calurosa.
Toros de Carmen Lorenzo despuntados para rejones (1º y 4º), y Juan Pedro Domecq de buena presentación y juego diverso.
Primero: Negro, despuntado. Con pies, noble y largo. Ovación en el arrastre.
Segundo: Colorado, bien armado. Dos picotazos. Flojo pronto y humillado. Ovación.
Tercero: Colorado de buena presentación. Dos puyazos entrando pronto y largo. Bravo. Palmas.
Cuarto: Negro despuntado. Flojo y parado. Palmas.
Quinto: Colorado, de buena presentación. Dos puyazos empujando. Distraído, sin emplearse, algo brusco. Silencio en el arrastre.
Sexto: Negro capacho, bien presentado. Un puyazo partiendo la puya y derribando, otro puyazo y un picotazo. Pronto, humillado y repetidor. Palmas.
Pablo Hermoso de Mendoza, de campero con chaquetilla azul y sombrero cordobés: Rejón de muerte (dos orejas). Rejón de muerte y tres golpes de descabello barrenando (ovación y saludos).
Diego Urdiales, de verde hoja y oro: Estocada desprendida (oreja con petición de la segunda). Pinchazo, estocada delantera perpendicular y cinco golpes de descabello (ovación y saludos tras aviso).
José María Manzanares, de azul marino y oro: Estocada fulminante (oreja). Pinchazo bajo y estocada (oreja).
Incidencias:
Segunda corrida de la Feria de San Mateo 2022
Pablo Hermoso de Mendoza salió a hombros de la plaza de La Ribera
Javier Bustamante
para Toro Cultura
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