Exhibición de monta

El festejo inaugural de la Semana Grande de Bilbao aportó una exhibición de monta sólo posible sobre bellísimos caballos, genéticamente puros, domados con maestría por los rejoneadores.

Desde que la autoridad se hizo presente en el palco la filigrana y la danza sobre cuatro patas marcaron la pauta de una tarde para aficionados al mundo ecuestre, si bien toreo hubo poco.

Pablo Hermoso de Mendoza demostró de nuevo el temple que imprime a sus monturas y la naturalidad con la que trotan delante del toro. Hubo de emplearse al parar al primero, pues salió suelto y distraído. Clavó dos rejones de castigo sobre Regaliz, dejándose llegar al toro hasta el estribo. Empleó a Talento para el segundo tercio poniendo tres banderillas de una en una en ajustados quiebros. Justiciero protagonizó un último tercio en el que colocó tras el morrillo tres banderillas cortas antes de matar con un rejón trasero y caído. El público pidió un trofeo que la presidencia concedió pese a que la petición no pareció mayoritaria. En su segundo turno se empleó de igual modo con la misma secuencia de suertes, si bien en el segundo tercio entraron en escena Extraño e Índico, sobre quienes quebró en falso hasta en siete ocasiones para colocar finalmente cuatro banderillas. El público vio correspondida su petición y el jinete dio la vuelta al ruedo portando una oreja.

Lea Vicens paró pronto a su primero en los medios y castigó al toro con un rejón montando a Guitarra. Templó sobre Bético quebrando cuatro veces para clavar otras tantas banderillas, si bien el toro perdía celo en cada embroque y llegó al tercio de muerte aplomado. Pinchó hondo en un feo sitio, matisacó el rejón, y a la tercera lo introdujo cerca de la cruz. Se bajó para adornar el doblar del toro y fue arrollada sin consecuencias antes de acabar con el toro con un golpe de descabello. En su segundo turno Cleopata, Diluvio y Diamante protagonizaron bellos momentos, especialmente el último cuando la amazona clavó dos banderillas cortas de una en una. El toro llegó al tercio de muerte sin energía y sin capacidad para defenderse lo que facilitó un rejonazo casi entero trasero que valió una oreja.

Guillermo, el hijo de Pablo, estuvo bullidor toda la tarde, atento a los sabios consejos que le reportaba su padre desde el callejón, galopando de extremo a extremo del ruedo, pidiendo el plauso del respetable, que no se hacía mucho de rogar. Hizo lo mejor de la tarde en su primero, tanto sobre Ecuador como sobre Esencial, clavando dos rosas al estribo y un par de banderillas cortas a dos manos. Sin embargo los siete intentos de descabello que sucedieron al rejonazo final, deslucieron su actuación que se saldó con silencio. En el cierraplaza, un toro abanto de mucha romana, hubo de aplicar las directrices que le llegabn desde el callejón para pararlo y templarlo. Sobre Corsario logró los momento de monta más vistosa, si bien el toro agonizaba sin casi posibilidad de moverse, y el rejonazo que logró al cuarto intento, fuera de la cara, deslució su actuación. Aún así escuchó una ovación como colofón final a una tarde de monta brillante.

Reseña:

Plaza de toros de Vista Alegre de Bilbao. Sábado 20 de agosto de 2022. Menos de un cuarto del aforo cubierto en tarde cálida y luminosa.

Seis toros de Fermín Bohórquez, con romana y edad, despuntados para rejones, en capas negras. Nobles de poca energía y celo. El sexto fue sustituido por otro del mismo hierro.

Pablo Hermoso de Mendoza, con catite y chaquetilla negra: Rejón trasero y caído (oreja). Rejón (oreja).

Lea Vicens, a la cordobesa en grana con zahones: Pinchazo, metisaca, rejón y descabello (silencio). Rejón casi entero trasero (oreja).

Guillermo Hermoso de Mendoza, con catite y chaquetilla roja: Un rejón y siete golpes de descabello (ovación y saludos). Dos pinchazos, otro hondo y rejón (ovación y saludos).

Incidencias:

Primer festejo de la Corridas Generales de Bilbao que volvían tres años después tras superarse las restricciones provocadas por la pandemia.

Lea Vicens fue arrollada sin consecuencias por el segundo al poner pie a tierra tras colocar el rejón de muerte.

El sexto toro fue rechazado por inválido y en su lugar se lidió otro del mismo hierro.

La banda de música amenizó el espectáculo con un bello recital de pasodobles.

Javier Bustamante

para Toro Cultura

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