Sin casta no hay toreo

La corrida enviada ayer a Burgos por El Capea con el hierro de su esposa Carmen Lorenzo fue un concurso de deméritos por falta de casta y de fuerza. Los más salían abantos y daban media docena de vueltas al ruedo antes de embestir cansinos a las telas que les mostraban los lidiadores. Lo hacían sin ningún celo, más por ganar la paz que por prender la guerra. Toros civilizados y obedientes en cuanto dispusiera cualquiera vestido de luces que se les acercara. Toros no beligerantes que salían de toriles derrotados sin brío ni atisbo de agresividad. Llegaban al último tercio derrengados, con medio o nulo viaje. Dentro de la debacle puede significarse que el cuarto tuvo arrestos para aguantar la faena en pie con cierta acometividad, y el sexto sublimó el concepto de nobleza, repitiendo las embestidas con humillación. Los otros cuatro fueron unos perfectos inválidos para la lidia. Con semejante género la labor de los toreros no podía ser brillante, y no lo fue.

El público que llenaba el Coliseum salió decepcionado, y los matadores, que tuvieron una tarde plácida, podrían padecer el síndrome del impostor, pues los tres ayer anunciados tienen arte y valor sobrado para acometer empresas de mucha mayor envergadura.

El Juli recibió al abre plaza con doblones por bajo de elegancia torera, y ya no hubo más por no haber toro, así que se justificó con una porfía que todos sabíamos que no podía fructificar. Brindó el cuarto al público templando su insulsa embestida por ambos pitones y finalizó la faena con un molinete de rodillas y una serie ajustada que llegó al tendido. Tardó el toro en doblar tras recibir media estocada y un golpe de descabello. Dos silencios para el torero durante los que, posiblemente, pensaba en la idoneidad de repetir cita con los de El Capea.

Roca Rey da espectáculo con todos los toros. Con el manso y con el bravo, con el fuerte y con el blando, con el encastado y con el abúlico, pero su libreto no contiene capítulo alguno que prescriba la lidia del lote que sorteó ayer. Así que optó por el arrimón sin emoción, tirando incluso la muleta al albero en un desplante que no encogió el corazón del público, pues estaba claro que el toro no tenía el cuerpo de fiesta. Los adornos y el carisma del espigado matador fueron suficientes para ganar una oreja de muy poco peso.

Tomás Rufo pasó a su lote a prudente distancia componiendo dos faenas sin brillo ni vibración. Al sexto, el menos manso del encierro, le extrajo cuatro series que tuvieron ligazón y el generoso público premió al debutante con una oreja.

Tarde de toros descastados frente a los cuales la lidia se convierte en una metáfora, y el arte del toreo carece de su principal componente que es la emoción. Sin casta no hay toreo.

Reseña:

Coliseum de Burgos. Martes 28 de junio de 2022. Lleno en los tendidos en tarde calurosa.

Seis toros de Carmen Lorenzo flojos y descastados,de desigual presentación, en capas negras.

Primero: Negro, amplio de caja. Abanto, corretón. Un puyazo. Flojo, amodorrado, sin celo. Pitos en el arrastre.

Segundo: Negro, chico, escurrido de carnes. Un puyazo suave y una voltereta a la salida del mismo. Sin fuerzas ni celo. Silencio.

Tercero: Negro, correcto de presentación. Un puyazo suave. Manso, flojo y descastado. Silencio.

Cuarto: Negro, de aceptable presentación. Abanto y corretón. Un picotazo. Noble y flojo. Silencio en el arrastre.

Quinto: Negro, terciado. Un puyazo trasero caído. Flojo, manso y descastado. Pitos.

Sexto: Negro. Un puyazo muy suave. Nobilísimo, repetidor, pronto y humillado. Apalusos al arrastre.

El Juli, de marino y oro: Estocada trasera y tres golpes de descabello (silencio). Media estocada y un golpe de descabello (silencio).

Roca Rey, de espuma de mar y oro: Pinchazo y estocada (oreja). Tres pinchazos y un golpe de descabello (silencio).

Tomás Rufo, de marino y oro: Estocada al encuentro desprendida (silencio tras fuerte petición). Media estocada y un golpe de descabello (oreja).

Incidencias:

Tomás Rufo se presentaba en Burgos e hizo el paseíllo desmonterado.

Javier Bustamante

para Toro Cultura